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Perú
Un viaje a través del tiempo y la cultura
Corazón del imperio Inca y hogar de una de las maravillas del mundo, Machu Picchu, Perú es un país con una historia rica y un patrimonio cultural vibrante. Sus variados paisajes, desde las alturas de los Andes hasta la vastedad del Amazonas, complementan su rica gastronomía, reconocida mundialmente. Explorar Perú es sumergirse en una aventura a través del tiempo y la naturaleza.
Lima, la capital de Perú, es una metrópolis vibrante que ofrece una mezcla fascinante de historia colonial y modernidad. Destacan su centro histórico, con imponentes catedrales y palacios, y los distritos costeros de Miraflores y Barranco, que ofrecen espectaculares vistas al Océano Pacífico y una animada vida nocturna.
La ciudad es también el epicentro de la gastronomía peruana, reconocida mundialmente por su diversidad y sabor. Restaurantes de renombre ofrecen desde platos tradicionales como el ceviche hasta innovaciones culinarias que fusionan influencias indígenas, españolas y asiáticas. Lima es un destino imprescindible para los amantes de la buena mesa.
Machu Picchu, una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo, es el icono más reconocible de Perú. Esta antigua ciudad inca situada en lo alto de las montañas andinas fascina por su historia, su arquitectura y su enigmática belleza. Es accesible a través del Camino Inca o en tren, ofreciendo una experiencia inolvidable.
La exploración de este santuario histórico revela impresionantes estructuras como el Templo del Sol, la Plaza Principal y el Intihuatana, que muestran el avanzado conocimiento arquitectónico y astronómico de los incas. La visita a Machu Picchu no solo es un viaje a un lugar de belleza sin igual, sino también un encuentro profundo con la historia y cultura de un imperio que dejó huellas imborrables en el tiempo.
Colombia
Un mosaico de paisajes y culturas
Con su lema «el riesgo es que te quieras quedar», Colombia captura la esencia de su diversidad y belleza. Desde las coloridas calles de Cartagena y la vibrante vida de Bogotá hasta las exuberantes selvas del Amazonas y las playas paradisíacas del Caribe, Colombia es un país que celebra su riqueza natural y cultural con una pasión contagiosa.
Cartagena de Indias, una joya del Caribe colombiano, es famosa por su bien conservada arquitectura colonial, murallas centenarias y vibrante vida cultural. El Centro Histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está lleno de calles empedradas, plazas coloridas y balcones floridos.
La ciudad no solo cautiva por su belleza arquitectónica, sino también por su rica historia de piratas y conquistadores. Los visitantes pueden explorar el Castillo de San Felipe de Barajas, disfrutar de la gastronomía local en los animados restaurantes y bares, y sumergirse en la música y danzas caribeñas que llenan sus plazas por la noche.
A pocas horas en barco desde Cartagena, el Parque Nacional Natural Corales del Rosario es un paraíso de aguas cristalinas y arrecifes de coral. Es ideal para el snorkel y buceo, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar un mundo submarino vibrante, habitado por coloridos peces tropicales y corales.
La Isla del Rosario ofrece no solo actividades acuáticas, sino también la posibilidad de relajarse en playas de arena blanca y disfrutar de la serenidad de este entorno natural protegido. Los viajeros pueden optar por una excursión de un día o quedarse en uno de los eco-resorts para una experiencia más inmersiva.
La Península de Barú, conocida por sus impresionantes playas como Playa Blanca, es el escape perfecto para quienes buscan tranquilidad y belleza natural cerca de Cartagena. Sus aguas turquesas y arenas blancas ofrecen el entorno ideal para nadar, tomar el sol y desconectarse del mundo.
Aunque accesible por tierra, la sensación de aislamiento de Barú la convierte en un destino deseado para una escapada tranquila. Además de sus playas, los visitantes pueden disfrutar de la cocina local basada en mariscos frescos y participar en actividades acuáticas como el kayak y paddleboarding en sus aguas calmas.